LOS DESEOS DE UN NUEVO AÑO PARA RESOLVER CONFLICTOS Y ALCANZAR UN MUNDO JUSTO, LIBRE DE CONTAMINACIÓN Y EN PAZ, SON NUESTROS Y DE GRAN PARTE DE LA HUMANIDAD PARA EL 2017.
martes, 27 de diciembre de 2016
AÑO 2017
LOS DESEOS DE UN NUEVO AÑO PARA RESOLVER CONFLICTOS Y ALCANZAR UN MUNDO JUSTO, LIBRE DE CONTAMINACIÓN Y EN PAZ, SON NUESTROS Y DE GRAN PARTE DE LA HUMANIDAD PARA EL 2017.
domingo, 9 de octubre de 2016
BIENVENIDA LA PAZ
BIENVENIDA LA PAZ
El
resultado en Colombia sobre la consulta al pueblo para alcanzar la paz tuvo un
revés desconcertante que causó un sentimiento doloroso en la población que votó
por el Sí, y también en el resto de Latinoamérica que creyó en una paz definitiva
como la meta primordial de los colombianos.
Esa fue
la expectativa, creyendo, en principio, que ese paso fundamental era necesario
para eliminar la violencia en esta parte del continente americano.
Es el
momento crucial para que las jóvenes generaciones colombianas empiecen a fijar
en su mente y a tener como ideal la convivencia pacífica tan necesaria en la
construcción de una sociedad. El sentimiento de venganza debe ser extirpado y
la terapia de reinserción un hecho real asumido con responsabilidad y
convicción. Porque no solo son los grupos guerrilleros los implicados sino
también los grupos paramilitares, organizados y financiado para cometer también
crímenes sin nombre. Todos quienes participaron en la guerra que ha manchado de
sangre a Colombia tienen que responsabilizarse por ese medio siglo de matanzas,
incluida la sociedad que se acostumbró a vivir en medio de la desgracia de sus
semejantes y la pasividad de los latinoamericanos cuando un país hermano ha
estado sumido en la violencia y la injusticia.
Pero no
muy lejos de esta contienda, vemos también, cómo la guerra consume al Medio
Oriente, y cómo ésta repercute y se extiende a Europa por el terrorismo junto a la espantosa tragedia de los
refugiados. La avalancha de refugiados en Europa sólo se detendrá, cuando se
haya conseguido la paz en esos territorios envueltos en una guerra confusa
provocada por las élites gobernantes de los países implicados, y por los
intereses tenebrosos que los arrastran al crimen colectivo.
Lejos
de la propaganda demencial que quiere convencer a los seres humanos, que la
guerra, la agresión y el uso de las armas son normales y necesarios, están las
poblaciones conscientes, que abren los
ojos ante el horror de la violencia provocada por intereses oscuros de apropiación
de recursos naturales, para ampliar sus corporaciones y negocios y de este modo
dominar a la población mundial empobrecida. Quienes están en contacto con la tierra,
saben que la naturaleza es pródiga y generosa, no nos vende sus frutos, nos los
regala cuando la sabemos manejar con respeto, sin necesidad de forzarla como se
lo hace en la forma mercantilista que nos rige actualmente. Si tomáramos en cuenta las leyes de la
naturaleza, nadie sufriría hambre y el mundo sería un paraíso real no el
prometido por las religiones.
La
situación calamitosa que refleja el mundo actual nos está diciendo a gritos que
estamos bajo formas de gobierno desequilibradas, incoherentes, con jefes de
estado que como cualquier psicópata o delincuente provocan situaciones de violencia
para lograr objetivos perversos. Tenemos
ante nosotros un gran dilema, o seguimos adormecidos, o despertamos para buscar
nuevas vías para la práctica de una real democracia, no el lugar común y
desgastado que sale de la boca de falsos líderes ególatras que nos quieren imponer
sus ambiciones.
Bienvenida
la paz y la construcción de un mundo diferente.
martes, 26 de abril de 2016
LA RECONSTRUCCIÓN
Después
del terremoto en las dos provincias de la Costa ecuatoriana, con muchas víctimas y
viviendas destruidas, vendrá la etapa de reconstrucción.
Más
allá del dolor por las pérdidas humanas éste se acentúa por las consecuencias
de la catástrofe y surgen de inmediato los padecimientos vitales que sufren los
sobrevivientes de Manabí y Esmeraldas, en especial, por la falta de agua, de comida y de ayuda
médica para los heridos, calamidades que poco a poco son aliviadas, sobre todo, por la
dinámica solidaria de los pueblos y ciudades vecinas y aun distantes del epicentro
del sismo.
La
siguiente etapa comprende la reconstrucción de las ciudades, y con ésta el
análisis de la fragilidad de las edificaciones con la modalidad del bloque de
cemento y varillas de hierro que colapsaron al momento del sismo. Al ver las montañas de escombros de cemento y
hierros retorcidos, nos hacemos muchas preguntas que con seguridad tienen
coherencia para un razonamiento libre de intereses monetarios, y hasta para
aquellos que tienen intereses monetarios, sobre la posibilidad de crear nuevas
empresas de construcción amigables con el ambiente y el negocio turístico, si
lo ven de ese modo.
Es el
momento de buscar la forma de edificar las casas con nuevos materiales propios
del lugar: el bambú o la caña guadúa, el bagazo de caña para fabricar techos,
las hojas de palma, y hasta el mismo barro. Los expertos en construcciones de
ese tipo con dichos materiales me darán
la razón, aunque no sea experta en construcciones, algo he leído sobre el tema.
Las
universidades y la inventiva de los estudiantes de arquitectura e ingeniería,
podrían colaborar en estas nuevas concepciones de la vivienda, en una minga (trabajo colectivo) con
los pobladores del lugar.
Muchas
veces, la mentalidad burocrática de los gobiernos de turno más los afanes
políticos, entorpecen las iniciativas que podrían ser de una inmensa ayuda en
estos casos.
lunes, 18 de abril de 2016
LA SOLIDARIDAD
LA SOLIDARIDAD SINÓNIMO DE SALVACIÓN
La solidaridad es un sentimiento que
despierta en los seres humanos, la necesidad de ayudar a sus semejantes, cuando los
de su especie han sufrido un golpe devastador, una guerra o un desastre
natural.
En el caso de una guerra, ésta enarbola la
muerte en nombre de no sé qué principios absurdos que esconden oscuros
propósitos depredadores. En el segundo caso, se trata de la naturaleza en su
proceso de cambios naturales, pero además, refleja la incoherencia de las sociedades humanas al
agredir el entorno natural, al edificar un mundo insensible y codicioso, basado
en el enriquecimiento a mansalva, en la explotación compulsiva de los recursos
naturales, en la pobreza y sometimiento de la gran mayoría de pobladores del
planeta. Un discurso similar repiten constantemente los políticos, jefes
religiosos y funcionarios de las organizaciones mundiales que deciden el
destino de las sociedades, palabras que se lleva el viento y no calan en la
conciencia ni en la práctica de una organización
social lúcida y justa.
“Están todos locos”, diría un espectador si
fuésemos parte de una película caótica y alienante como las hay tantas. Pero
no, si abrimos bien los ojos, somos
integrantes, protagonistas y coro de un sistema mentiroso y desequilibrado, y
como resultado, el absurdo de las
guerras, la inversión en armas para
destruirnos y el gran negocio para anestesiar a la masa humana.
Nos queda todavía el sentimiento de
solidaridad que tal vez algún día nos salve y nos convierta en seres cuerdos,
capaces de limpiar nuestra visión distorsionada de la vida y del entorno.
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