miércoles, 9 de agosto de 2023

EL MUNDO QUE SOÑAMOS Y EL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS

 

El mundo que soñamos y el mundo en el que vivimos

 

Inspirado en el título de la exposición de Piedad Paredes Alvarez, de hace muchos años ya, y, que hoy tiene actualidad de un modo más dramático, pues el estado del mundo y particularmente de cada país, como en este caso el Ecuador, conocido ahora por la inseguridad que viven las ciudades sobre todo más populosas de la Costa y de la Sierra ecuatoriana, están envueltos en el caos y  la violencia, impulsadps por seres enloquecidos en esta nueva pandemia: envenenados por el virus de la droga y el dinero.  Andan por el mundo convirtiendo en zombies y esclavos a  seres tan débiles como ellos, para provocar la extinción humana. Quienes todavía mantenemos la conciencia frente al desastre que sobreviene sabemos que vivimos en una sociedad enferma, en un sistema que está degenerando y muestra malignidad,  pues lo que se da en este paisito no es sino un espejo de lo que ocurre en el mundo entero en países que se consideran desarrollados y del primer mundo, infectados con estas adicciones a  la droga, al alcohol y al dinero: de ahí que su poder económico tenga origen en el desangre histórico que han provocado en sus colonias,  ahora con el negocio de los tóxicos y la explotacion mineral en repúblicas incipientes, pobres y aculturadas, de América, Asia y Africa.

 

Países que intentaron apartarse de este sistema decadente, hoy desorientados y marginados, padecen las consecuencias de su aislamiento  y  no han podido impedir que la corrupción se filtre, y, por lo tanto no encuentren el camino hacia su propia evolución que involucra recuperar sus esencias culturales.

Gran parte de la población mundial está sumida en la ignorancia y la pobreza, viviendo en tierras que cada vez les pertenecen menos por la voracidad de las corporaciones transnacionales que quieren apropiarse de todo.  El petróleo en el Ecuador no ha servido sino para enriquecer a unos pocos y empobrecer al pueblo que vive engañado por el cuento de que el oro negro que desangra la tierra va a darles bienestar. Todas esas mentiras se juegan ahora en una consulta popular a la que acuden dizque para decidir si el petróleo queda bajo tierra o se lo extrae, en este caso, destruyendo la selva amazónica y envenenando sus ríos. En otros países el petróleo y la minería  extraen de tierras desérticas pero en el Ecuador está en medio de las hermosas selvas llenas de vitalidad natural.

 

Que nos queda humanidad, estamos todavía en capacidad de abrir los ojos y sanarnos de tanta mentira y ofuscación  ???