jueves, 20 de diciembre de 2012

ENTREVISTA A CARL GUSTAV JUNG



Escuchen esta entrevista tan interesante, tomada de Youtube, al  psicoanalista y filósofo europeo C.G. Jung, observador profundo de la naturaleza humana, estudioso del inconsciente individual y colectivo y que dedicó buena parte de su investigación a la interpretación de los sueños, su relación con los arquetipos universales y culturales de nuestra civilización, una voz que nos hace reflexionar también sobre el presente de la humanidad.

lunes, 3 de diciembre de 2012

SOCIEDADES CREATIVAS DEL FUTURO



El mundo actual y sus paradigmas parecen derrumbarse. Poner remiendos a un sistema que colapsa  no es la salida humana a tantos problemas que requieren un tratamiento y una visión fuera de lo que actualmente las sociedades se empeñan en practicar y que conducen en última instancia a la devastación del planeta y de sus habitantes.

La Democracia, cuya acepción tiene que ver con la participación del pueblo, o sea de todos, en la actual estructura social ha degenerado en prácticas falaces, donde un grupo decide por todos sin consultar ni investigar lo que esa mayoría que supuestamente los eligió, precisa para llenar de un modo equilibrado sus necesidades físicas, intelectuales y emocionales. El término democracia, ha sido de tal modo alterado, que ha ido perdiendo su sentido original.

Detrás del acto electoral montado para decidir por un gobierno no sólo de un país en particular sino de  todos los países a nivel global, hay intereses político-financieros: corporaciones, instituciones religiosas, empresas y negocios varios, que se juegan el manejo del poder, y no van a dejar que ciertos principios humanos que aspiran a cambios fundamentales y a una distribución más justa de los bienes que la naturaleza prodiga, sean otorgados a todos los seres vivientes sin que medie el negocio, la ganancia y la explotación de los otros.

La obtención de aquellos bienes en las sociedades originarias tenía como fin la subsistencia, y era esa la razón para rendir homenajes a la tierra, porque tenían conciencia de esa vida que nacía de la tierra, del agua, del aire y del fuego, de aquella prodigalidad generosa que les permitía sembrar, cosechar y alimentarse, de ahí su respeto profundo hacia los límites que la naturaleza les ponía. Esa visión trascendental les permitió tener una comunicación con la naturaleza planetaria y cósmica.   Actualmente muchos conceptos se han borrado de la mente colectiva. En las sociedades contemporáneas hay otros parámetros para medir groseramente la existencia, como si los seres humanos tuviéramos todo el derecho de atropellar y arrasar sin el menor respeto a nuestros semejantes y con ellos, a los animales y a la vida vegetal y mineral. Esta actitud se ha ido acentuando en las últimas décadas, en nombre de la usura, del consumismo y de la codicia.

Hay una prepotencia global para tratar de imponer por todos los medios, a veces  sutilmente y tantas otras a sangre y fuego, sistemas económicos, sistemas de creencias religiosas, formas de ver la vida, modas y hasta costumbres alimentarias, todo en última instancia, con esa perspectiva que los poderes mundiales tienen del negocio y la ganancia. Y como somos juguete de una manipulación y alienación global a través de la tecnología actual, se ha perdido la capacidad de entender la vida de otra manera. Si la nueva era, como se dice, y que algunas sectas la anuncian como fin del mundo, permite el despertar hacia concepciones diferentes y hacia una toma de conciencia y un cambio de visión del significado de la vida y de las actitudes frente a la naturaleza universal, bienvenido sea el fin de este caos, y del agresivo descenso hacia el fanatismo y la destrucción, para que la humanidad se inspire en nuevos valores e inicie la recreación de sociedades sabias y distintas a las del mundo desequilibrado en el que vivimos actualmente.
Y.Z.