jueves, 16 de enero de 2020

Feliz 2020




 
Iniciamos este nuevo año con amenazas de guerra, incendios en Australia y no muy buenos augurios.  Estuve mirando unos documentales sobre la segunda guerra: invasiones a los países europeos,  entrada de los libertadores victoriosos,  cantos y llamados al patriotismo, campos de concentración y prisiones indignas de uno y otro bando con miles de seres humanos sometidos a condiciones infrahumanas. Esas son las guerras y los perversos llamados al patriotismo para justificar las matanzas que a fin de cuentas ¿a quiénes favorecen?

Somos un mundo primitivo, ¿cuánto hemos evolucionado desde esas conflagraciones que dejaron millones de muertos entre la juventud. y todas las vidas que cobraron en los infernales bombardeos de ciudades y pueblos? Uno ve los rostros de esos jóvenes que apenas empezaban a vivir llevados como rebaño al matadero. Qué poca capacidad para aprender de todo ese infierno vivido en las guerras. Estamos gobernados y arreados por locos, hombres desequilibrados que manipulan de tal modo a la población para hacerles creer que deben ofrendar sus vidas a nombre de frases vacias, de dirigentes sin alma que tienen sed de sangre y hambre de dinero. Seres codiciosos y narcisistas que deberían ser sometidos a tratamientos psiquiátricos y alejarlos totalmente del poder.

Y como estamos rodeados de ficciones para ver si olvidamos la realidad, a veces esas ficciones son premonitorias y capaces de hacernos reflexionar sobre las sociedades en las que estamos viviendo, y cómo nos están conduciendo a un futuro absurdo.  El título, que viene tan bien a esta película vista hace poco: La Idiocracia, nos está diciendo con su humor negro, a dónde podría derivar el caos en el que vivimos actualmente, cómo podríamos desembocar en un mundo de seres idiotizados, tal vez convertidos en los zombies actualmente tan de moda en esta cultura desastrosa.

Y no digo más, no me queda sino desearles un feliz año 2020.