miércoles, 30 de enero de 2013

SI SUPIÉRAMOS


SI PUDIÉRAMOS VER

Hoy
finges ayer,
un año hace
que decidiste caminar las calles
soplo de luz en la foresta
el cielo que pronto será azul e intenso
los terrores
donde las nubes son de tierra y fuego
y diremos
“siempre volvemos al mismo punto”

la afrenta cuando crees no hacer nada
o hacer
llenar de vida el sueño
el pelo blanco
y los ojos clarividentes
no temas
tienes mi mano en la media hora
sin tiempo
el espíritu de tus antepasados
tu voz desde la historia dormida en las neuronas

somos seres de dos caras
dos opuestos nos sostienen
la opacidad y el brillo estéril
seres melancólicos
eufóricos
separados del mundo
todo eso en un lento sopor
dormidos

una foto silenciosa en el desfile
y los que creen ser alguien
en este proyecto de desierto y de maleantes

si observáramos
cómo un niño mira los minúsculos gusanos
los deja ser y moverse
no usa el pulgar para aplastarlos
quiere un rinconcito vivo, en movimiento
si pudiéramos ver
otro árbol vivo seríamos
otro mar y arena
otro viento, trino y lluvia
 el canto del gallo y su sol naciente.

 Yvonne Zúñiga 

viernes, 11 de enero de 2013

EDUCACIÓN Y RAZÓN



 En las sociedades que llamamos primitivas la formación de los seres humanos estuvo encaminada a la preparación para adaptarse y llenar las necesidades vitales, dentro de las cuales estaba la necesidad de explorar y conocer la naturaleza, de buscar en ella los bienes que estaban a disposición de todos para mejorar las condiciones de alimentación, de abrigo y de sanación cuando la enfermedad les afectaba. En ese camino los niños seguían a los adultos y aprendían de ellos junto a la naturaleza, las maneras de conseguir el alimento y de superar los peligros que podían aparecer cuando las dificultades de ese medio en el que vivían no estaban  al alcance de sus conocimientos por la edad y por la inexperiencia.

En la época contemporánea después de atravesar toda la historia de la humanidad y sus diferentes capítulos, surgen nuevos cuestionamientos sobre la evolución que ha tenido la tarea educativa, llámese formación o desarrollo de los individuos en las diversas etapas de las sociedades humanas. Rousseau nos da una mirada desoladora sobre el tema en la introducción del primer capítulo de su Emilio y la educación, aún resuena en el presente aquella idea suya de que el humano “no quiere nada tal como ha salido de la naturaleza, ni al mismo hombre a quien doma a su capricho, como a los árboles de su huerto”.

Muchas interrogantes nos planteamos en la actualidad para tratar de entender si la dirección que ha tomado este importante espacio de formación social es la correcta. Por como se presenta el escenario de la vida colectiva en diferentes partes del mundo, y viéndola desde un punto de vista crítico, podríamos aseverar que la educación está mal orientada. Por más intenciones que los gobiernos tengan, de ampliar la educación para todos, hay una distancia grande entre la realidad y una verdadera toma de conciencia de lo que significaría en el presente la creación de una educación que reconstruya o cambie la realidad caótica en la que vive la humanidad de nuestros días.

Sabemos que las sociedades actuales son de una gran complejidad y que las condiciones de vida, en muchos sentidos se han agudizado y se han vuelto opresivas para los individuos.

Además de reflexionar sobre las diferencias entre los países llamados del tercer mundo y los del primer mundo, hay que considerar también que generalmente se ha tomado como modelo de educación, a sociedades cuyos patrones culturales responden a sus propias historias, en las orientaciones de las instituciones educativas tanto del Ecuador como de otros países latinoamericanos. Son métodos ajenos a nuestras realidades que se han aplicado por mucho tiempo en la formación de niños y jóvenes de nuestro continente, desde “la letra con sangre entra” con nefastos efectos sobre la vida de los pueblos, para domesticar a las personas con la idea de que pudieran adaptarse o enfrentar las condiciones de vida que presentan nuestras colectividades, y  por otro lado, preparar con la misma mentalidad opresiva y apoyada en la competencia, a quienes formarán parte de las élites que deberán asumir los futuros gobiernos.

Las limitaciones que la vida actual impone al ser humano, tienen consecuencias que deben ser estudiadas desde varios ámbitos: psicológico, pedagógico, económico-político, histórico y sobre todo cultural; en todo caso habría que examinar las condiciones humanas actuales de nuestros pueblos, desde una filosofía de reencuentro con el verdadero significado de la formación humana integral. Aspectos de la tecnología actual, analizados y bien aplicados, podrían servir para humanizar a las sociedades de hoy en lugar de desnaturalizarlas y contribuir a su degradación.

El concepto de felicidad en las presentes condiciones se reduce más a lo material, al acaparamiento de cosas, a creer que uno es feliz porque consume los productos que están de moda, los que más publicidad tienen. Mientras más costumbres o hábitos artificiales se impongan a los seres humanos, estos irán perdiendo cada vez más su libertad y su felicidad, porque van aparejadas a estas modas o modos de vida, la angustia, la envidia, la búsqueda de poder sobre los otros, mayores restricciones, y como constatamos a diario, formas delictivas para apoderarse de los bienes ajenos, como el robo y el asesinato, factores que conducen a que en la sociedad se instale el miedo, la ira, y el mal de este siglo llamado estrés origen de tantas otras enfermedades.

La educación, tema imprescindible debe someterse a un debate público,  por medios escritos y audiovisuales. Hay que saludar las nuevas propuestas que consideran todos aquellos aspectos involucrados dentro de la tarea educativa y donde deben tomar parte educadores y educandos, dispuestos a analizar y discutir honesta y ampliamente sobre la construcción de un sistema educativo que transforme nuestras sociedades violentas y desiguales, actitud tan necesaria para poder entender y trabajar sobre estas complejidades sociales que impiden una convivencia armónica entre los seres humanos y de estos con el medio natural.

Yvonne Zúñiga P.
Quito, 9-1-2013