sábado, 11 de junio de 2011

DE LA FELICIDAD SOCIAL

DEMOCRACIA, COMUNICACIÓN Y POTENCIAS CREATIVAS

Todo lo bueno que se pueda rescatar de la vida social tiene que ver con las acciones creativas. Si descubrimos que podemos poner en juego nuestras capacidades inventivas, sea en el aspecto lúdico, en el plano de los conocimientos, en lo laboral, en las metas éticas y estéticas, lo creativo abre las puertas a un nivel más feliz de nuestra existencia, y es el momento en el cual la vida encuentra un sentido verdadero..
Los aspectos negativos, en cambio, se relacionan siempre con el autoritarismo, el maltrato y las imposiciones, y se manifiesta en forma de sometimiento de los otros, aunque aparentemente sean puestos ante los ojos públicos, como de beneficio para todos. Generalmente los mandatos en nuestras formas de gobernar, se originan en las ideas y complacencia de una persona o de una élite.

La Democracia (gobierno del pueblo) pensada originalmente por la cultura griega; concepto deformado a lo largo del tiempo, distorsión que derivó en abusos de poder como en el caso de las monarquías reinantes durante la Edad Media, cuya omnipotencia llegó a límites intolerables, al proclamarse representantes de dios en la tierra y ser dueños de vidas y haciendas. Principios autoritarios que se difundieron con la conquista y sometimiento de los pueblos en todos los continentes, de esta manera se arrogaron la potestad de apoderarse de territorios y arrasar con pueblos y culturas, como sucedió con el Nuevo mundo descubierto en América, punto de partida para ocasionar el mayor exterminio de seres humanos, tanto en el caso de los pueblos originarios, habitantes del continente americano, como de los pueblos africanos secuestrados de sus territorios para ser esclavizados.

Con la revolución francesa se soñó nuevamente en una democracia conquistada a sangre y fuego e inspiró las guerras independentistas en América, las mismas que lograron romper con el despotismo y la sumisión a los gobiernos absolutistas monárquicos del viejo continente, y establecieron sus nuevas repúblicas. Siglos más tarde, al resucitar las desviaciones republicanas y con ellas la explotación y la injusticia, sobrevino entonces la revolución socialista en Rusia, y nuevamente la esperanza y la rebeldía levantó a los pueblos para defender la justicia social en la búsqueda de una verdadera democracia.
Las revoluciones siempre han nacido de esa aspiración de soberanía y libertad humanas, basadas en la solidaridad y en la participación creativa de todos. Todavía no se ha llegado a cuajar aquel ideal que está siempre presente en el fondo de todo ser humano, que persiste y renace cada vez con un nuevo rostro esperanzador. En el pasado los personajes históricos, a quienes todavía se rinde homenaje de vez en cuando, como símbolos de valores humanos de sacrificio y entrega a las causas revolucionarias, han devenido actualmente en personajes para recordar en ceremonias, estatuas, retratos, banderas coloridas, aunque su pensamiento esencial haya sido olvidado.

Actualmente, los héroes son los famosos, los winner, los que poseen las habilidades para ser millonarios y por lo tanto admirados y glorificados por los medios masivos, aquellos valores en los que se creía en algún momento han perdido peso. Vivimos una época de materialismo grosero cuyo basamento es el dinero, todo tiene su precio: el trabajo diario, los servicios, la vivienda, hasta el amor, y de todo eso casi nadie puede escapar, porque la supervivencia reside en el dinero, impone la actual forma de vida, salvo que a alguien se le ocurra aislarse completamente, vivir de sembrar la tierra y rechazar el dinero totalmente u organizar una comunidad en ese sentido. Pero si alguien intentara hacer eso sería tachado de loco, y en algún momento tendría problemas con el estado, con los municipios, con los productores y comerciantes y de alguna manera siempre dependería del sistema que rige la sociedad actual. Difícilmente un ser humano que ha nacido en esta forma de vivir actual, podría sobrevivir sin electricidad, sin tecnología, sobre todo la nueva tecnología de comunicación que ha creado necesidades como las del Internet, el teléfono celular, etc. ¿Quién se atrevería a vivir sin esos artefactos?, imposible, sería retroceder a los años ochenta (ja, ja) donde todavía prácticamente no existían para el común de los mortales. Aunque la televisión sí había y era imprescindible para todos. Y si se retrocediera a los años cincuenta e inicios de los sesentas, cuando la televisión no estaba al alcance de nuestras sociedades pobres, pero sí el cine, y la verdad es que en esas épocas la gente compartía mucho más comunitariamente, en los barrios, en los pueblos. Actualmente casi no se da la comunicación persona a persona sino a través del Internet o del teléfono. Habría que poner atención y observar cuando hay un apagón general de la energía eléctrica, lo que sucede entre las personas. Éstas tienden a reunirse alrededor de una vela encendida para conversar, para establecer una comunicación humana, situación, que al retornar el fluido eléctrico, se hace casi imposible. También sabemos que la comunicación actual, persona a persona, sucede alrededor de una fiesta con comida, bebidas alcohólicas, o tal vez alrededor de una taza de café. Es decir, esos momentos mágicos de comunicación humana entre personas de carne y hueso se dan en un café o en un bar, y muchas veces en estados alterados de conciencia como en el caso del trago y de las drogas.

Se habla mucho de la libertad de comunicación. Pero en realidad tal libertad está bastante falseada y deformada. Existe una manipulación de los medios masivos de comunicación, sean de uno o de otro lado de las facciones políticas. Y utilizar los medios actuales para sostener un sistema injusto es una perversidad venga de donde venga. Sea de los gobernantes ególatras y omnipotentes quienes con su propaganda saturan y embrutecen, o de los medios cuyos objetivos son el negocio; y su falta de ética les mueve a utilizar la violencia y el sensacionalismo para obtener raiting, porque la formación ética y estética de la gente no les interesa. Su lema es: “a los chanchos no se les puede dar buena comida, hay que darles basura”. De ese modo exacerban los instintos más ruines yprimarios del ser humano.

La Democracia tiene que renacer con una presencia veraz. En los gobiernos unipersonales de este tiempo hay mucha vanidad, unos egos inflados que pueden utilizar cualquier cosa para defender sus privilegios, más que los de los pueblos que dicen defender.

Creo que con el tiempo y si los pueblos logran abrir los ojos a pesar de la gran alienación vigente, ya no habrá más gobiernos unipersonales sino representaciones, equipos que se originen realmente desde las bases sociales, desde los pequeños espacios comunitarios. Hay vientos que vienen desde todos los continentes, con la esperanza y el renacer de una nueva conciencia para recrear el verdadero sentido de solidaridad humana y democrática.


Yvonne Zúñiga Paredes