lunes, 28 de enero de 2019

EL FEMICIDIO UNA HERIDA SOCIAL






                                   EL FEMICIDIO, UNA HERIDA SOCIAL

Por Yvonne Zúñiga


En los países latinoamericanos se ha hecho visible un fenómeno que no es de ahora sino de siglos atrás y que está relacionado con el maltrato familiar y el asesinato de mujeres.  Pero el hecho de ponerlo en evidencia actualmente es muy importante para crear conciencia social sobre esta aberración en las relaciones hombre mujer de nuestro tiempo y en los vínculos entre padres e hijos.

Las diferencias sexuales no pueden proyectarse en el comportamiento humano y social como estados de inferioridad o de superioridad entre los géneros o ver como normales las relaciones de obediencia y mandato, de explotación y servidumbre  en la pareja humana, en lugar del respeto, comunicación y acuerdos que deben existir para que estos puedan reflejarse en la convivencia social.

En los países llamados desarrollados, es decir, países como Estados Unidos y  los de Europa, donde existe igualmente la violencia familiar, aquellas sociedades no han superado esta discapacidad mental de la cual deriva toda la violencia que actualmente está socavando a la comunidad mundial.

El maltrato en la familia es un tema del que muchos no quieren hablar, pero es una realidad cotidiana que  los medios de información masiva se encargan de difundirla y por lo tanto es imposible ignorar. Y si bien éste deriva en maltrato a los hijos y en muchos casos también al hombre, la mayor parte los sufre la mujer casi como un peso que debe cargarlo desde la maldición del paraíso terrenal y la mordida de manzana del árbol de la ciencia que  ninguna de las religiones patriarcales le han perdonado.

El movimiento feminista, si bien ha sido un avance para abrir conciencias, ha sufrido también deformaciones y ha entrado en la competencia de poderes, sea en los ámbitos político, económico y de trabajo. Pero en lo substancial, no son ciertas formas o  apariencias las que cuentan, sino la realidad que impide tener una conciencia social sobre la profunda necesidad de la igualdad entre los géneros y el respeto por la diversidad, término que en las actuales circunstancias se refiere sobre todo al color de la piel o a las preferencias sexuales, y no se centra en las relaciones sociales de igualdad entre hombres y mujeres, punto de partida para conseguir la justicia social de la que tanto se habla y a la que no se ha llegado aún.  Hay muchos intereses  perversos basados en el dinero y la acumulación de riquezas, la sociedad está repleta de complejos y prejuicios que causan mucho daño y que se proyectan de un modo nefasto en la sociedad, al convertir también a los seres humanos en objetos de compra y venta, de tráfico de personas o de carne de cañón para las guerras.

El maltrato y sometimiento de la mujer en su multiplicidad de formas, con pequeñas variaciones, persiste de un modo embozado en múltiples manifestaciones sociales y culturales aparte de las relaciones familiares, un mal endémico que todavía no ha sido extirpado, la evolución humana aún no ha dado ese salto para superar el sexismo y vivir en una sociedad equilibrada y verdaderamente desarrollada.


miércoles, 2 de enero de 2019

Concierto de Schumann para piano y orquesta



LOS MEJORES DESEOS DE PAZ Y BIENESTAR PARA EL 2019