domingo, 13 de febrero de 2011

ARTE Y VIDA EN PIEDAD PAREDES ÁLVAREZ







Hace unos días visité la exposición Mariano Aguilera en el edificio del antiguo Hospital Militar de Quito tan hermosamente restaurado y con grandes espacios todavía vacíos que podrían acoger a tantas manifestaciones artísticas de nuestro país. Actualmente Quito tiene unos cuantos edificios similares a éste, con espacios que deben servir para dedicarlos a reflejar nuestras señas de identidad cultural. No es para guardarlos con llave y tacañería, flamantes y fantasmagóricos.
En las salas del Mariano Aguilera hay obras de toda especie, merecedoras o no, de ese premio que en las artes plásticas ecuatorianas significa un reconocimiento por el trabajo artísitico de toda una vida. Y al recorrer esos salones, me dije que a veces nuestro medio es muy injusto con algunos artistas que consagraron su vida al Arte. Esa sensación que experimenté al salir de la exposición Mariano Aguilera, me llevó a poner en este blog una amplia reseña sobre la pintora quiteña Piedad Paredes Álvarez, que debería tener como otros notables pintores ecuatorianos un salón dedicado a su vasta obra pictórica.

sábado, 8 de enero de 2011

LOS TZÁNZICOS

Grupo de poetas que surgieron en los años 60, su consigna era romper esquemas culturales tradicionales y abrir los ámbitos literarios y artísticos, que hasta ese momento habían estado cerrados a los sectores populares, para llevarlos a nuevos escenarios.  Tenía la intención de manifestarse en rebeldía contra el canon literario y artístico vigente.
Movimientos semejantes se habían dado en todo el continente americano cuestionando al arte, que se había encerrado supuestamente en su torre de marfil. Argumento que en la actualidad es cuestionable, pues la literatura de los años treinta, cuarenta y cincuenta, no era precisamente de una élite aristocratizante, más bien formaba parte del realismo socialista y reflejó las injusticias sociales de aquella época, si hablamos del Ecuador. Tenemos muchos ejemplos: Joaquín Gallegos Lara, Alfredo Pareja Diezcanseco, Jorge Icaza, Benjamín Carrión, Jorge Enrique Adoum, los grandes poetas de esa época, César Dávila Andrade, quienes seguirán siendo las figuras paradigmáticas de una etapa fundamental dentro de la historia de nuestra literatura. Además, y gracias a la tarea de Benjamín Carrión, la literatura y la plástica ecuatoriana de aquellos años  trascendieron las fronteras del Ecuador y alcanzaron un prestigio internacional.

Sin embargo el movimiento Tzánzico dinamizó la cultura nacional y efectivamente la proyectó en escenarios populares con una nueva energía. Desde el café 77 en el centro histórico de Quito. Los primeros integrantes de este grupo leían sus textos y realizaban la presentación de sus libros en forma teatral, para romper con los esquemas tradicionales de los escenarios donde se acostumbraba realizar estos eventos, aunque poco después, durante la dictadura militar de ese entonces, clausuraron el lugar viéndolo como una amenaza a la seguridad pública.

Igual cosa sucedió en varios países latinoamericanos: aparecieron grupos de jóvenes poetas rebeldes, influidos por la revolución cubana y los vientos de cambio que se difundían en el continente y más allá, inspirados además en el Existencialismo de Sartre, y en el movimiento Beatnik surgido en Estados Unidos para desafiar al sistema y denunciar la falsa moral. Esta suerte de ruptura significó en ese momento, abrir las puertas a una nueva generación de escritores y artístas plásticos y teatreros con afinidades en los principios políticos, y la particular búsqueda de subvertir el lenguaje en todas las expresiones artísticas.

En esa época hubo, en efecto, como un despertar de las artes y su difusión en el ámbito popular. A partir de ese momento, en el Ecuador y sobre todo en Quito, hubo un movimiento cultural con un lenguaje emergente, que se manifestó no solo en la poesía sino en la pintura y en la difusión de la música.

En las plazas del centro de Quito y en la Universidad Central había recitales y conciertos de la llamada música protesta, con grupos que venían de otros países: Chile, Argentina, Bolivia, (antes de las dictaduras fascistas). Los viernes de cada semana se realizaban conciertos gratuitos de música clásica en el Teatro Sucre. El género dramático había roto sus puertas y se lanzaba a las calles y a los pueblos aledaños para representar sus obras. Se instituyó el Teatro Ensayo con Favio Pacchioni, director italiano quien introdujo las nuevas experiencias teatrales de las escuelas europeas (grotowski, Stanislavski, Ionesco); de este modo, el arte dramático se acercó al mundo rural de nuestro país. Festivales de teatro latinoamericano tenían sus escenarios en calles, plazas y en la Universidad Central de Quito. Había también festivales de cine independiente y desconocido para los espectadores; películas de los grandes directores europeos de esa época: Antonioni, Fellini, Bergman, Visconti, cuyas producciones actualmente están consideradas como las obras clásicas del arte cinematográfico, fue Ulises Estrella, quien dio impulso al Cine club universitario y fundo la Cinemateca Nacional..

En todo este boom de las manifestaciones creativas y artísticas de los años sesenta y principios de los setenta, tuvo parte importante la irrupción de los Tzánzicos en la conventual Quito y en la difusión cultural que se extendió a otras ciudades del Ecuador. Se publicaron tres revistas con poemas y textos de los poetas tzánzicos y de otros escritores que fueron posteriormente, sumándose a este movimiento. Pucuna: Raúl Arias, Simón Corral, Luis Corral, Ulises Estrella, Euler Granda, Rafael Larrea, Marco Muñoz, Alfonso Murriagui, Antonio Ordóñez, Abdón Ubidia, Humberto Vinueza. Indoamérica: Fernando Tinajero, Agustín Cueva, Bolívar Echeverría, Carlos de la Torre, y La bufanda del sol: Alejandro Moreano, Francisco Proaño Arandi.

El libro, Tzantzismo: tierno e insolente, de Susana Freire García, comenta y reune opiniones de varios autores, a favor y en contra, del movimiento tzánzico y ha recopilado textos poéticos de los poetas que participaron en él, algunos de los cuales transcribo a continuación, salvo los textos de Humberto Vinueza y Ulises Estrella, tomados de las antologías respectivas, recientemente publicadas.


HUMBERTO VINUEZA
POR LA VENTANA veo lo que no palpo en el espejo
en el mar puedo ver lo que no oigo en la lluvia

todo esto ocurre cuando el silencio

que flota antes de la palabra es distinto

al silencio agujereado de signos que el poema canta

y diferente también a ese otro en que la poesía hiberna


a veces el sueño del poema levanta el vuelo y se va

y en perspectiva casi nunca más vuelve


a este rescoldo suele llamarse arqueología del verso.

.........



EL DON DEL músico se asemeja a la invidencia.

Con sed de dromedario crea la melodía
para las justas del amor
los actos de fe o las travesías del pensamiento

Su memoria se sostiene en éxtasis
y condiciona el olfato de la piel al tacto del oído
con el parpadeo pausado del compás
o su reverberación íntima.

El don del músico se asemeja a paladear
la onda de ritmo y sentido
dicha por el silencio a una pupila ciega.


Para el poeta y cantautor Bob Dylan

.......



VAS LLEGANDO ADONDE siempre pensaste que llegarías
aunque tú prematuramente cumplidor
no has pensado que tu meta sea la carcoma

Has dilapidado para siempre el tramo más inverosímil
y la efímera cuota de tu tiempo.

Pero el ansia de poder te delata. He ahí la ganga
sobre todo la garantía que debes rendir por ti
sin confundir estética con realidad pura
ante la seducción insaciable de tu estrella.


RAÚL ARIAS

Con la lucidez de los muertos
estos hombres caminan

Con la garganta en el sol
estos hombres se mueven
se mueven
me asombran sus corbatas de hierro
entran como viento e instalan sus ganchos en mi cuerpo
allí se quedan.

Mi cabeza es una escoba que barre el vidrio del mundo
soplan niños
que se esconden en cajas de fósforos
me empujan hacia tumbas innumerables

Se esparcen mis pedazos
nadie me ayuda a buscarlos

Siento que estoy en el circo viendo animales de la selva
siento que me río encima del horizonte
y cae el cielo maldito y me ahoga
Nadie quiere girar por mí
parece difícil.

Una cuerda anuda mis pedazos
salgo a las plazas y me muestro.

Rostros eternos de papel pasan
pasan
y me dejan sin saber qué soy

(1965)


ULISES ESTRELLA
POEMAS DEL CENTENARIO

VISCONTI

Inventar
la fábula
del hombre
sin espejos
sin sombras,
desnuda escenografía.

Visconti
al final,
no quiso pantalla,
apenas
una pared.


PROHIBIDO ASOMARSE AL INTERIOR

El amor loco
puede entrar
como pulsión oscura
deseo inconfesado
viejo temor a la revuelta,
instinto de muerte
delicia transgresora
de toda ley

Dos cabezas en una,
un ojo cortado
y una nube
que persistente cruza la luna.

¿Qué más podemos pedir a la existencia?


LOCURA DE ARTAUD

Un ronroneo visual
constante,
enmascara
los movimientos
secretos,
las excitaciones
imprevistas
las fuerzas ocultas
del pensamiento,
la piel humana
de las cosas

en la fantasmagoría
de los instintos,
la poesía
siempre
está
más acá.


ÉULER GRANDA

Esta fecha sumida en otras fechas
en esta parte de la ausencia
cuando sin que las llame
me salen las palabras;
en esta noche de ventisca
mientras los cargadores
se sientan a dormir en las veredas
te cuento
que a ratos
me dan ganas de cambiarme en otro
como se cambia de terno;
que al recordar tu sangre
embarrando las piedras de la hacienda,
una bestia baldada se me retuerce dentro.

Si te digo
que los peones están más endeudados
y tosen de una manera fea,
que hasta el azucar
se está volviendo amarga,
que hasta el sol nos racionan
en las casas
y que a tu padre
anteayer le arrastró la creciente.
Si te digo estas cosas
es porque la tristeza
con nosotros no puede
porque las semillas
están sobreviviendo en la ladera
y más fuerte que el musgo entre las peñas,
incontenible
la esperanza está reverdeciendo.
(1962)

ALFONSO MURRIAGUI

¿Dónde tienes el sol que reclamabas?
¿Dónde perdiste
la música secreta que te vestía
la linfa y la pestaña?
¿Dónde tienes tu barro
y tu mañana?

¿Dónde...? ¿Dónde...?
Porque ahora pareces sólo estatua,
grito en bosque quemado,
voz cayendo en el cauce
de la piedra ignorada.

Todo lo que reclamas
está en tu sangre,
en la nube espectral,
en los dos clavos
y en el hueco distante
que dejó tu presencia
al hundirse, minúscula,
en el ojo
del cráter.

¿Por qué tus dos pupilas
buscan la luz
en playas ignoradas
si tienes en tu sangre
el sabor de tu misma indumentaria?
¿Para qué las preguntas
al forastero que perdió su carpa
y que te va dejando,
con su partir,
media hora de esperanza?

Sabes cuánto te pesa la alborada
y nunca te detienes
a refrescar tus plantas en la escarcha.
Vas sin buscar respuesta,
sin entregar tu piel al miedo,
sin preparar tus dientes,
ni dar
las dos puntadas que faltan
al paladar del agua.
(1968)

domingo, 19 de diciembre de 2010

Tonada de Luna Llena



Escuchen entonces ahora sí directamente en el blog, tomado del youtube, Tonada de luna llena. La bellísima y dulce canción llanera, del venezolano Simón Díaz, uno de los más queridos cantautores de nuestra América Latina. A continuación pueden escuchar otras canciones del mismo cantautor.

sábado, 18 de diciembre de 2010

FIN DE AÑO PRINCIPIO DE OTRO

Expresiones como la siguiente son lugares comunes y cotidianos en nuestro tiempo: "Esto se hace así y se acabó, los lentos que se jodan". Es una forma de hablar de aquellos que se sienten más allá del bien y del mal. La reflexión en tales casos casi no existe y los demás tienen que supeditarse a la ley del más rápido, del más prepotente, del más violento, del que más grita y atropella, del que roba y utiliza al otro y lo somete a la nueva esclavitud que se expande por el mundo.
¿En qué clase de sociedad "global" estamos inmersos?
Leía una entrevista, en esas informaciones veloces que llegan por internet. Era la entrevista a un capo mafioso de la droga en Brasil....
Cuando lees eso, te preguntas, ¿quiénes están tomándose el poder en el mundo presente? Y no es difícil responder: el que maneja el dinero, la droga y la política. Y los demás qué...? Nos estamos convirtiendo en marionetas de esos poderosos. Somos los muñecos, las víctimas, los alienados por el alcohol y las drogas. Nos manejan a su antojo, nos tienen en sus manos y nos dicen que debemos estar en onda. Todos nosotros, masa inerme, desesperada por no quedar fuera de este sistema feroz, que corre sobre ruedas y contamina todo a su paso.
Cuánta lucidez se pierde en cada año que pasa...Generaciones de filósofos y grandes figuras literarias, ¿han borroneado libros que ahora casi nadie lee? El sentido humanista se está yendo por las alcantarillas.
Cuando veo a tantos jóvenes ponerse en onda, inhalando substancias químicas, emborrachándose y hablando cualquier cosa, igual que sus padres, y para colmo creyéndose diferentes a ellos, pero cayendo en la misma banalidad, en la misma estupidez. Piensan que esas substancias despiertan la genialidad, quieren ser como Rimbaud, Poe o Baudelaire , pero no saben que esos personajes fueron geniales ya antes de involucrarse en sus adicciones, que, finalmente, fueron la causa de su destrucción.
Así que si no son genios naturales, peor lo van a ser consumiendo químicos o pegándose la borrachera del siglo, pobres neuronas, pobres tipos...Lo que natura non da....
De un modo mecánico participamos de la aceleración, de la velocidad para sentir la adrenalina, y sobre todo de la ineptitud para reflexionar y para detener esta carrera hacia el abismo. Todo está contagiado, incluidas las sectas religiosas que aprovechan la situación y negocian el cielo para conquistar adeptos y también regodearse de su paraíso financiero en la tierra. Creo que allí está la punta del ovillo. Todo se ha convertido en negocio. Estamos sumergidos en los negocios como los peces en el agua. No será que la verdadera revolución está en el REGRESO A LA TIERRA? Con todo lo que eso significaría, es decir, todo lo bueno que se derivaría de esa condición de sembradores: solidaridad, alegría, comunitarismo. La vida tendría otro sentido; otro ritmo más feliz nos llevaría a derrotar el pandemonium en el que vivimos actualmente. Sé que tal vez esto sea una utopía imposible por el momento, pero quien sabe, si en el futuro pueda convertirse en realidad...Es un tema para reflexionar.

(Entren en google y escuchen en youtube La tonada de luna llena, del cantante Simón Díaz, un hermoso regalo.)

jueves, 18 de noviembre de 2010

Presentación de libro en la feria de Caracas






Hace dos días regresé de Venezuela, allí asistí a la feria exposición del libro de este año. Fue grato haber integrado la delegación de escritores enviada por el Ministerio de Cultura, para realizar actividades en la feria del libro de Caracas. Es bueno de vez en cuando participar de estos encuentros culturales donde se dan cita varios países. Cierto es que en dos días y medio es difícil hacer mayor contacto con escritores, editoriales, etc. Con tanta gente y tantas actividades supongo que tal cosa se va dando, luego, vía internet. Fue bastante rápido pero lo suficiente para que queden en la retina algunas imágenes de la Caracas de hoy. Es la primera vez que viajo a ese país y fue interesante. Me llevé algunas impresiones, casi como fotografías: las amplias autopistas con ese tráfico infernal que te toma dos horas o más en llegar desde el aereopuerto a la ciudad. Intentamos con una amiga, la víspera de nuestro regreso, ir una mañana en metro al centro para ver algunos edificios interesantes, uno de ellos la casa de Bolívar, pero nos tocó una tarde de aguacero torrencial, todo cerrado, obviamente era domingo seis de la tarde, hora loca para visitar museos; tuve que esperar, bajo una saliente de uno de los edificios, a una querida amiga, que heróicamente y sin discutir, se atravesó la tempestad con una bolsa plástica en la cabeza para cumplir con el anhelo de conocer la casa de Bolívar. No tuvo suerte tampoco, y regresó empapada al lugar donde yo la esperaba toda mojada por la lluvia. Así que tuvimos que volver al hotel sin haber cumplido con ese ritual turistico. Pero me gustó viajar con la gente en el metro, acompañando esas rutinas del caraqueño popular.
La gente es seria pero amable, se siente cierta calidez propia del caribeño. De paso, en esa urbe de concreto rodeada de verdor no debe ser fácil vivir. Me impresionó el caserío inmenso que trepa las colinas, supongo que el gobierno popular de Chávez se está ocupando de mejorar las condiciones de vida de ese conglomerado enclavado en las barriadas pobres. Faltó tiempo para conocer algo más sobre el asunto.
En la feria hubo muchas actividades culturales, me sorprendió la cantidad de gente comprando libros en el stand de la editorial Monte Ávila que vendía los libros muy baratos; hacían colas muy largas para pagar por la pila de libros que cada persona llevaba. Situación que habla de una gran preocupación por leer y eso en una sociedad es un gran avance. Bien por Venezuela. Uno aprende a ver y a querer a Latinoamérica como a una patria común. Sin entrar en discursos líricos, esa sensación es entrañable.


PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE SARA VANEGAS COVEÑA

MÍNIMA ANTOLOGÍA POÉTICA

Sara Vanegas Coveña destaca entre las voces poéticas actuales más importantes, que el Ecuador ha dado a la Literatura.
De Cuenca, la ciudad que vio nacer a César Dávila Andrade, nuestro poeta mayor, viene Sara a ocupar un alto sitial bien merecido en un país donde las voces femeninas en poesía son raras o efímeras. Su obra tiene la consistencia literaria y la importancia de la mejor poética reconocida no solo en el Ecuador sino internacionalmente. Tengo el inmenso placer de realizar hoy, la presentación de esta su Mínima Antología Poética, una selección de textos esenciales tomados de un gran volumen antológico que salió publicado hace poco en la Casa de la Cultura Benjamín Carrión.

La poesía de Sara está concebida desde el silencio, unida, como en acto de meditación, al espíritu de las rocas, al de los arrecifes marinos, a los misterios del desierto, del temido mar, y a lo substancial de la naturaleza humana que declina con el atardecer. En ese instante de aislamiento, la voz poética de esta autora nos transporta de la serenidad contemplativa a cierta sensación de cautiverio entre muros invisibles. Los versos aparentemente herméticos han sido concebidos y estructurados con una inteligencia creativa que no deja palabras al azar.

tu sombra que sangra en los arrecifes
chorro de crudas amapolas
mancha estos signos
inútiles
este silencio
me vuelve

roja estrella en tu costado oscuro

Versos que susurran distancias y ausencias que duelen. La poesía nos llega como tallada en el aire; el sonido de las palabras abrazan los significados de la vida; la sensualidad brota como un reflejo en la visión nocturna del poema.
Pájaros, ciervos, dunas bajo el cielo ardiente, peces y aguas cristalinas laten en las alas del poema como un canto que se ha posado en cada verso. Pero también el costado amargo surge de repente en el poema 7, con sus demonios sombríos llenos de presagios y aflicciones.


escupo tu nombre en el agua
mientras la noche lanza sus escorpiones
(sobre mi corazón
averiado y cobarde)
la luna cada vez más alta
el aire en llamas
y el agua…


el agua que envenena mis labios

Descubrimos imágenes que expresan sortilegio y conjuro al mismo tiempo, y constituyen el espíritu del poemario. Versos libres como aves que describen un mensaje, son percepciones que nos aproximan al mundo de Sara Vanegas al leer sus textos. Un mundo donde pervive el arte inspirador de su escritura, cuando en su libro Al andar, aparece el poema Púrpura, surgido de su admiración por un cuadro de Magritte, el poema Ave del paraíso que nació cuando la voz de una cantante egipcia la deslumbró, pero también la grandeza eterna de las sinfonías de Beethoven o la armonía de otros maestros de la música universal, fueron los ámbitos donde esta autora ha encontrado sus “estados de gracia”, como ella denomina a los momentos luminosos que hacen brotar la música que contienen estos versos.

alguien sobre el pico más alto del mundo
toca una trompeta:
las criaturas más bellas y las más infames
acuden al llamado

todas se miran en el agua y olvidan su
rostro

Como en la poesía del universal Walt Whitman, cuya mirada se extendía hasta el horizonte, siguiendo la luz del sol o la oscuridad de las sombras, abarcadoras de campos, ríos, montañas y océanos, metáforas cósmicas y telúricas donde iban implícitos el amor por la vida y su pasión por la humanidad, también en esta poética de Sara Vanegas encuentro un canto vital a la naturaleza y a esos seres humanos próximos o lejanos, que despertaron sentimientos de amor o de dolor. Cómo lograr ese estado espiritual en medio de un mundo tan complejo, tal vez sólo sabrá hacerlo alguien que pueda sortear los abismos y elegir la claridad de esta vida sin equivocarse, con un equilibrio propio de los sabios o de los santos.
Sin duda, la poesía de Sara Vanegas logra en sus textos, ese equilibrio entre las luces y las sombras, fusiona las certezas y las dudas de este mundo, nos deja su mensaje humano y la maravillosa resonancia de la palabra poética.
Y.Z.P

viernes, 24 de septiembre de 2010

CESAR VALLEJO

Últimamente no he puesto nada en el blog. Ando ocupada con el cuento pero justo este día estuve hojeando un libro de César Vallejo y quiero poner un texto del gran poeta peruano. Cuando la violencia en el mundo es pan de cada día, me nace poner este poema tan expresivo y universal que nos toca a todos…

.......................

LOS NUEVE MONSTRUOS

I, desgraciadamente,

el dolor crece en el mundo a cada rato,

crece a treinta minutos por segundo, paso a paso

y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces

y la condición del martirio, carnívora, voraz

es el dolor dos veces

y el bien de ser, dolernos doblemente.

Jamás, hombres humanos,

hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa,

en la cartera,

en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!

Jamás tanto cariño doloroso,

jamás tan cerca arremetió lo lejos,

jamás el fuego nunca

jugó mejor su rol de frío muerto!

Jamás, señor ministro de salud, fue la salud

más mortal

y la migraña extrajo tánta frente de la frente!

Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,

el corazón, en su cajón, dolor

la lagartija en su cajón, dolor.

Crece la desdicha, hermanos hombres,

más pronto que la máquina, a diez máquinas, y

crece

con la res de Rousseau, con nuestras barbas;

crece el mal por razones que ignoramos

y es una inundación con propios líquidos,

con propio barro y nube sólida!

Invierte el sufrimiento posiciones, da función

en que el humor acuoso es vertical

al pavimento,

el ojo es visto y esta oreja oída,

y esta oreja da nueve campanadas a la hora

del rayo, y nueve carcajadas

a la hora del trigo , y nueve cánticos

a la hora del hambre y nueve truenos

y nueve látigos, menos un grito.

El dolor nos agarra, hermanos hombres,

por detrás, de perfil,

y nos aloca en los cinemas

nos clava en los gramófonos,

nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente

a nuestros boletos, a nuestras cartas;

y es muy grave sufrir, puede uno orar…

Pues de resultas

del dolor, hay algunos

que nacen, otros crecen, otros mueren,

y otros que nacen y no mueren, otros

que sin haber nacido, mueren (son los más)

Y también de resultas

del sufrimiento, estoy triste

hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,

de ver al pan, crucificado, al nabo,

ensangrentado,

llorando, a la cebolla,

al cereal, en general, harina,

a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,

al vino, un ecce-homo,

tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!

¡Cómo, hermanos humanos, no deciros que

ya no puedo con tanto cajón,

tánto minuto, tánta

lagartija y tánta

inversión, tánto lejos y tánta sed de sed!

Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer?

¡Ah! Desgraciadamente, hombres humanos,

hay, hermanos, muchísimo que hacer.

sábado, 4 de septiembre de 2010

AUTORAS ECUATORIANAS

He buscado cuentos de mujeres ecuatorianas entre las pocas antologías que han sido publicadas localmente. Es triste decir que no existe casi investigación sobre la escritura ecuatoriana actual, en general, y menos incluir a escritoras. Se dice, o dicen, algunas voces consagradas, que no hay ninguna mujer que merezca estar dentro del grupo renombrado de escritores ecuatorianos, otros dirán que en realidad no hay escritores renombrados en el Ecuador del presente. Todos son dimes y diretes. No se debe hablar tan fácilmente, sería bueno, si en lugar de tales comentarios, tuviéramos más concursos literarios, más talleres, más revistas literarias, más antologías, para encontrar y estimular a la gente que escribe, sean mujeres u/o hombres.
En este desierto con alguno que otro oasis, he buscado cuentos de escritoras mujeres, para poner uno de ellos, esta vez en el blog. Hay autoras interesantes que han escrito y publicado sus libros, pero no hay un verdadero análisis de lo que ellas escriben, por lo menos no lo conozco, si es así me disculpan pero como hay tan poca difusión sobre el asunto; no conozco de un estudio que permita conocer en profundidad, cuáles son los temas preferidos de las y los ecuatorianos en la actualidad literaria nacional.
No me gusta separar hombres de mujeres, porque me parece triste y vergonzoso formar esa especie de ghetos de mujeres, gheto suena un poco duro en realidad, más bien reductos de mujeres, como lo que se intentó hacer en la Casa de la Cultura hace no mucho tiempo. Yo no estoy de acuerdo. La literatura es una y no se debe hacer diferencias por el género o por el sexo del autor, eso, es discriminatorio.
Otra cosa es realizar un estudio de lo que se escribe en el Ecuador, para conocer cuál es el mundo literario dentro de una sociedad sexista como la nuestra, pero, hablando de la literatura en general, no separando absurdamente a los autores por sexos, como si fuera una competencia física igual que en los deportes; es estúpido, profundamente machista, retrógrado y doloroso, uno de los tantos complejos sociales que nos impiden respirar con libertad. Este tema merecería un análisis mucho más extenso y sabio, espero en algún momento poder hacerlo, o que alguien más capacitado/a en la materia, lo haga.
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A continuación pondré un texto de la escritora Lupe Rumazo. En realidad es un capítulo dentro de un relato largo, o novela corta, que resulta extenso para ponerlo en el blog, y que dada la estructura del capítulo, bien podría ser un cuento aparte.

Lupe Rumazo:
Nacida en Quito (1935)
Ha publicado, novela, ensayo, crítica literaria y cuento. En el lagar (1961), Yunques y crisoles americanos, (1967); Rol beligerante, (1974); Sílabas de la tierra, (Relatos 1964); Carta larga sin final , (novela 1978).
Ernesto Sábato, Ernesto Picón Salas, Juana de Ibarbourou, Benjamín Carrión, entre otros, han comentado sobre la valiosa obra de Lupe Rumazo.
(Primer capítulo del relato: La marcha de los batracios)

LA NOTICIA

“Solamente ayer en la tarde fue encontrado el cadáver de Rubén Alado, novelista internacional, que se presume se suicidó dos días antes. El hallazgo lo hizo la doméstica del Hotel Trilce, donde el escritor vivía desde hace algunos años. La sirvienta, Genoveva Pereira, en vista de que el Sr. Alado no había atendido durante dos días a sus golpes en la puerta, optó por entrar a la habitación para realizar la limpieza. Allí encontró sobre el lecho el cuerpo exánime de Alado, que para suicidarse se había hecho el hara-kiri, pero directamente en el corazón. El puñal corto no había sido extraído del cuerpo; el suicida después de introducírselo no pudo o no quiso sacarlo. Rubén Alado no deja familiares inmediatos, pero sí una obra de consideración. Es autor de…”


No huyó de su casa porque su casa apenas era una habitación de hotel; desde hace años siempre había sido una habitación de hotel. Los hoteles daban libertad y daban soledad, hasta la soledad y libertad de matarse. Pero hizo como si en realidad tuviera casa, es decir hogar, y huyera: era parte del plan. No había buen relato sin un planteamiento anterior, aunque en el momento de escribir se desbocara la mente y las palabras corrieran atropellándose, saltando y galopando y se pensara entonces que todo había surgido por obra de una fuerza descomunal, desconocida y mágica, impenetrable e ignota. Esa fuerza marcada y real que en el diseño de la vida forzaba también a ciertas acciones inesperadas, torcedoras de rumbo, como esta de ahora de decidir matarse. Fuerza que los astros marcaban con un día y una hora señalados y que correspondía necesariamente a una órbita casi imposible de romperse. La órbita giraba y él había entrado en ella. La órbita tenía su ruta, la órbita tenía sus etapas. En la primera había que arreglar el escritorio; no dejar los papeles amontonados, ni sueltos, ni las carpetas dispersas. Todo correspondía a un orden que mañana, ya desaparecido él, sería examinado. Que no se pensara que las páginas iniciales de su novela inédita “La marcha de los batracios”, correspondían a sus investigaciones esotéricas, ni que sus cartas en borrador constituían su diario. Se escribía fundamentalmente para la posteridad. Había que dejar también una suerte de despedida, nunca una explicación, nunca una aclaración del misterio. Mal escritor sería aquel que se tornara explicativo y argumental; pobre tipo el que se vanagloriara de su carga expositiva. –Al carajo con los dogmas; al carajo con las ortodoxias. Y escribió, en hoja que colocó sobre el escritorio, visible por lo mismo:
“La miseria no está sola; el cuarto poder se ha aposentado sobre la tierra”. Los estúpidos, los que entienden que se escribe exactamente lo que se piensa, creerían que se había matado por hambre; para ellos las cuatro camisas y la contada ropa interior de su armario, y el terno viejo y el sobrante par de zapatos; para ellos el olor de su cuerpo marcado en la ropa, cuerpo de lucha y sudor, cuerpo de agobio y derrota. Para los menos brutos, el legado del cuarto poder. El cuarto poder que le permitiría a él, tensa pero voluntariamente, aniquilarse. Para los iniciados, las partículas de su cuerpo astral y de su cuerpo etéreo que empezarían a congregarse y unirse hasta formar el doble de su ser el momento en que el puñal hondo y filoso destapara el ánfora de su corazón. Cerró la puerta de su habitación, golpeándola. Los testigos irreales constatarían su huída, los reales –el pobre viejo de la recepción o Genoveva-, nunca atónitos o desagradados, se alegrarían de que él, un cliente, y un cliente es el que paga y por lo mismo tiene derechos, golpeara la puerta vieja, la puerta ajena del miserable patrón. Un detalle más: se había comportado como un duende. Los duendes aparecen y desaparecen, son libres. El era libre desde que intentaba matarse. Los duendes hacen piruetas. Esta era una de sus últimas piruetas.

( Tomado de La marcha de los batracios , Antología del relato ecuatoriano, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1973)