viernes, 20 de septiembre de 2019

SOBRE EL ABORTO COMO REALIDAD



 Tema de discusiones airadas sobre la despenalización del aborto en el Ecuador, reavivan una herida dolorosa en las sociedades latinoamericanas.  La hipocresía de muchos no puede esconder la realidad cotidiana de tantas mujeres víctimas de violación y maltrato. Sólo hay que imaginar cuál será el destino de niños que nacen como producto de un acto violento en lugar de lo que debería ser, un acto de amor para traer vida al mundo. Y por otra parte la manera cómo se practica cotidiana y clandestinamente el aborto de un modo infame para las mujeres, muchas de las cuales fallecen por infecciones o desangradas, por no existir las condiciones sanitarias de un hospital o clínica.

La voz y el sentimiento de tantas mujeres latinoamericanas se hace presente en estos momentos para unirse al clamor colectivo de quienes han abierto los ojos ante esta realidad. Lo ideal sería que no hubiese abortos, dice una ciudadana argentina y agrega, "...Yo coincido totalmente con lo que proponen aquí las millones de mujeres que están luchando por la despenalización del aborto. El lema es: "educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir".

La ceguera moralista y religiosa impide a muchos ver  que el maltrato cotidiano, la muerte de muchos niños por hambre o debido al daño que sufren por parte de los mismos padres que son incapaces de darles un poco de cariño, trae con el tiempo las consecuencias sociales de tanto individuo resentido que luego se venga de una sociedad que nunca los quiso.  Vivimos en sociedades violentas e injustas, ésa es la realidad; dicen en forma taimada que son pro vida y no se fijan en el terror de las guerras donde mueren tantos niños o en las hambrunas que los asesinan, o en la discapacidad de las sociedades para proteger a esos niños.

El feto en su estado inicial embrionario, es una célula viva como cualquier otra semilla de una planta o de un animal, y también los órganos dentro del organismo son segmentos vivos, pero cuando es necesario se los extirpa para permitir que el paciente conserve su salud. En el caso de un ser vivo, animal o humano en formación incipiente dentro del útero, si viene con mal formaciones aborta naturalmente, o en otros casos sigue el proceso y nace, con suerte si la sociedad se ocupa de las personas discapacitadas, pero si no, qué destino les espera cuando no haya quien los ayude a seguir viviendo. El aborto voluntario y clínico tendría que hacerse hasta los tres meses de embarazo. La vida incipiente dentro de otro organismo no tiene conciencia; humanos y animales tenemos el instinto de conservación en esa etapa pero no tenemos conciencia de lo que somos, ésta se la adquiere en el proceso de desarrollo despues del nacimiento, por eso es tan importante el amor que reciban a partir de su entrada al mundo. 

Sabemos que muchos se rasgan las vestiduras y simplemente siguen, sin reflexionar, consignas religiosas y falsos conceptos,  pero se debería discutir dentro de la misma asamblea llevando gente experta y científica, poniendo ante sus ojos la realidad del mundo en el que vivimos, para el conocimiento de tantos que poco conocen la naturaleza de los seres que somos parte de la dinámica cósmica y universal.

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